Con la llegada de septiembre, la transición del calor y la libertad del verano al ritmo estructurado de la escuela y el trabajo puede sentirse abrumadora. Los días tranquilos de vacaciones aún resuenan en nuestros cuerpos, y la idea de volver a la rutina diaria puede ser desalentadora. Es normal sentirnos así. Este cambio marca el final de un capítulo y el comienzo de otro, que tal vez no sea tan atractivo como el anterior. Así que sí, está bien sentir un poco de resistencia, un poco de tensión con el inicio de la nueva temporada.

 

Pero, ¿y si pudiéramos abrazar este momento con alegría, gratitud e incluso emoción? Septiembre nos ofrece una oportunidad única para reiniciar. Es una ocasión para reorganizar no solo nuestros horarios, sino nuestras vidas, para diseñar nuestras rutinas, nuestros espacios y nuestra mentalidad de manera que nos apoyen de verdad. Aquí tienes una sencilla guía para ayudarte a centrarte, vivir el momento y convertir esta transición en una experiencia positiva.

 

1. Dedica un Momento para Reflexionar y Visualizar

Comienza creando un espacio en tu día para sentarte tranquilamente con tus pensamientos. Utiliza este tiempo para reflexionar sobre todo lo que debes hacer y todo lo que deseas hacer. Puedes escribir estos pensamientos o simplemente visualizarlos. Haz una lista de tareas, tanto las esenciales como las que te traen alegría. Luego, priorízalas. Este paso se trata de darte el regalo de la claridad. Estás diseñando tu septiembre, a tu manera.

2. Crea un Orden y Luego Actúa

Con tu lista en mano, organiza tus tareas de una manera que se sienta manejable. Recuerda que intentar hacer todo a la vez puede generar estrés e incluso inacción. Divide tu lista en pequeños pasos accionables. Concéntrate en una tarea a la vez, complétala por completo y luego tómate un momento para tacharla. Este simple acto de finalizar algo puede ser increíblemente satisfactorio y te mantendrá avanzando con una sensación de logro.

3. Establece Expectativas Realistas

Reconoce que el día solo tiene ciertas horas. Asigna tiempos específicos para cada tarea: responder correos electrónicos, gestionar la logística escolar o cuidar de ti misma. Cuando estés haciendo una tarea, estate completamente presente. Disfruta el proceso, por más mundano que parezca. Al enfocarte en hacer cada tarea lo mejor que puedas, encontrarás paz y propósito incluso en las acciones más pequeñas.

4. Libérate de la Presión de la Perfección

Recuerda, nadie espera que seas una superwoman, excepto, tal vez, tú misma. La verdad es que, si estás manejando todas estas responsabilidades, ya eres una. Así que suelta las expectativas poco realistas y simplemente ponte manos a la obra. Enfócate en lo que puedes hacer en este momento, y sé consciente de que es suficiente.

 

A medida que navegas por septiembre, recuerda que esta es tu oportunidad para reiniciar, reorganizar y realinear con lo que realmente importa para ti. Y no olvides que es igualmente importante permitirte momentos de descanso y pasar tiempo de calidad con tus seres queridos. Tus hijos, tu pareja, todos están enfrentando este nuevo capítulo contigo, y sin duda quieren que estés a su lado. Asegúrate de incluir en tu lista momentos para estar presente con ellos, escuchar sus historias y compartir las tuyas. Al abordar cada día con mindfulness e intención, puedes transformar este tiempo potencialmente estresante en una temporada de crecimiento, conexión y renovación.

 

By Lorena Bernal

Este artículo fue publicado en Candis magazine (UK)